sábado, 7 de agosto de 2010

Ser adulto, madurar, es adquirir miedo al dolor. Cuando niños nunca nos intimido el caernos una y otra vez. Prueba de ello es que caminamos.

Recuerda lo que elegiste hoy, tus decisiones dan forma a tu vida y se convierten en creaciones tuyas, son hijos que engendras en tu vivir. Así, para escapar de la amargura del arrepentimiento y de la debilidad, se responsable desde ahora con lo que vayas creando a traves de tus elecciones, hazlo un habito y selo también en el futuro. Ten el valor de levantar la frente en alto y decir: "si yo lo elegí, fui yo sabiendo lo que hacia" y aunque no sepas ni estes claro que obtendrás de eso, teniendo una fé ciega en lo que tomaste tu dignidad sufrirá menos, mas aún si la sabes proteger como una madre protege a sus vástagos.

Adquiere esa vista maternal para con tus elecciones, una visión que distorsiona la aparente "realidad" y que hace perfectas, en tu mirar, las supuestas fallas de tu progenie. Así debiéramos proteger lo que es nuestro, a lo que dimos vida, pues mientras continuemos vivos lo único que engendraremos será vida, ya de muertos nos tocará un lado distinto del espectro, si acaso.

Pero, ¿no será que acaso esto que expreso sera miedo envuelto en los ropajes de una profunda reflexión? Ahora eso me hace pensar...¿acaso he "madurado"? tomaré el hecho con gracia, confianza y humor con la esperanza de que pueda retornar, retornar a mi esencia de niño. 

Y así ser un niño Otra vez